Obliterating slimes as a fluffy rabbit wizard in Dungeon Drafters is the best thing ever
Aunque la demo es relativamente corta, me ha gustado mucho el roguelike deckbuilding de Dungeon Drafters. Me gusta el colorido pixel art, los arquetipos de enemigos de fantasía clásica, cómo las cartas de hechizo se sienten super punchy cuando se activan, y me encanta el amor me encanta el mágico y esponjoso conejo mago.
Llamado El Explorador, este conejo no sólo es monísimo (sus patucos marrones son adorables, al igual que su casco, que tiene agujeros por los que asoman sus enormes orejas de peluche), sino que también es un auténtico genio de la magia. Este conejo sabe lanzar magia.
Cada uno de los seis personajes de Dungeon Drafters tiene su propio estilo de juego. Está el musculoso Brawler, que es genial en el cuerpo a cuerpo, el Shinobi, que domina el campo con rápidos hechizos de tiro rápido, e incluso hay un bardo pixie que puede convocar a una horda de secuaces. Sin embargo, mi esponjosa BFF se dedica a controlar la disposición del campo de batalla desde una distancia segura.
La demo tiene un único nivel roguelike -las Ruinas de la Arboleda Nublada- en el que los jugadores deben llegar de un extremo a otro de la mazmorra, peleándose a puñetazos con limos, bichos, fantasmas y plantas venenosas. Cada zona es relativamente pequeña, por lo que cada carta y movimiento cuentan mucho. Tienes tres acciones en cada turno que te permiten moverte, jugar una carta o golpear a un enemigo en la cabeza cuerpo a cuerpo.
Me gusta el ritmo lento de los juegos de construcción de mazos, y el Explorador se basa en gran medida en la posición y la táctica, lo que lo convierte en un gran aliado del género. Tienen un aluvión de ataques a distancia, hechizos que mueven a los enemigos por la arena y movimientos de largo alcance para que puedan saltar fuera de peligro si lo necesitan. Este conejo no se lanza a la carga en los emocionantes lances de la batalla como tus Kratoses o tus Macus Fénix, pero su estilo de juego, algo lento y cuidadoso, resulta perfecto para un constructor de mazos. Con el Explorador, no puedes estar corriendo por la mazmorra aporreando enemigos a diestro y siniestro.
Tu mazo tiene unas 30 cartas, lo que te da una buena variedad de tipos. Hay una carta de gancho que te da el movimiento de un castillo en una partida de ajedrez y te permite saltar grandes distancias. Hay una carta que te permite inmovilizar a los enemigos, y puedes combinarla con otra que invoca una estalagmita para atravesarlos y causarles daño extra (y la bonificación de ese movimiento es que la estalagmita permanece en el campo de batalla actuando como bloqueo). Básicamente, mantener a los enemigos a una distancia segura y atacarlos desde lejos es clave para jugar bien a El Explorador.
Mi favorito absoluto para jugar con ellos es El Cráter, que forma un bloqueo cuadrado de 3×3, aplastando a cualquiera que esté en su radio de acción – además puede protegerte o atrapar enemigos dependiendo de cómo lo uses. Mover a cada limo a su posición durante varios turnos y luego golpearlos a todos con una barraicada de piedra que sale disparada del suelo, borrándolos a todos de la faz del mapa, es tan satisfactorio.
Cada ataque se siente con más garra gracias a la animación de sprites, y esto se aplica a todos los personajes, así que diezmar completamente hordas de slimes y bichos exploradores se siente tan bien. Ojalá la demo tuviera más zonas que explorar y enemigos contra los que luchar, pero a pesar de todo está muy bien pulida. Me gustaría saber más sobre el proceso de creación de mazos, ya que en la demo no se explicaba nada al respecto. A juzgar por el tráiler y las capturas de pantalla, hay mucho más por venir.