El mundo abierto de Elden Ring es un experto en aislamiento

Muchos juegos de mundo abierto, o al menos los que yo he jugado, te guían por sus mapas de forma metódica. Jim, Dave y Sally tienen sus marcadores de mapa en Vice City durante una parte del juego, y luego se trasladan a Tilted Towers al cabo de unas horas. Puede que el puente hacia el Pantano de Shrek no se abra a menos que rescates a la princesa del Castillo de Bowser más adelante.

Y no hay nada malo en que un mundo abierto te guíe suavemente en la dirección correcta. Elden Ring lo hace con sus puntos de control, que son el equivalente a flechas direccionales en la brisa, ayudándote a sentir que controlas tu progreso. Pero yo diría que es incluso mejor en lo contrario: arrebatarte ese control en una fracción de segundo.

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