Este genial juego noir de los años 50 te permite hacer el trabajo de un limpiador de hotel (aka: resolver un misterio)
¿Sabes en quién no deberías confiar? En los limpiadores de hotel. No en la vida real, debo añadir -donde son muy trabajadoras y una vez una me ayudó a atrapar y matar una cucaracha a pesar de que no hablábamos el mismo idioma-, sino en el juego This Bed We Made, un misterio en tercera persona ambientado en un hotel de los años 50 ligeramente mugriento. La razón por la que no deberías fiarte de esta limpiadora en concreto es porque, de hecho, eres tú, en los tacones de gatita de Sophie, la que rebusca entre sus pertenencias y le echa un vistazo a su ropa interior. Hay una demo de una de esas habitaciones en Vapor y te pone justo en medio de una jugosa reserva.
El invitado en cuestión ha estado haciendo fotos de Sophie mientras fisgoneaba en las cosas de los demás, y tiene todo un gran mapa mural de acosador de esos que Charlie Kelly estaría orgulloso de haber hecho. Como cápsula, la demo te da todo lo que necesitas saber sobre la experiencia This Bed We Made: Sophie tiene que, por supuesto, limpiar, limpiando superficies y haciendo la cama (molestarse en cambiar las almohadas revela un romance lésbico pulp llamado And They Were Roommates, que me hizo reír). Puedes vaciar las papeleras y los ceniceros, pero también puedes tirar.simplemente.cualquiera de sus cosas. Lo que quieras, en realidad: crema de afeitar, cigarrillos y, lo que es crucial, las fotos de Sophie hasta lo que, en el gran esquema de las cosas, no es realmente nada bueno sino un delito punible de probar el perfume de otra persona.
Esto es crucial, porque la gente podría darse cuenta de lo que has estado haciendo, por supuesto. En el curso de la investigación de la habitación del acosador, tienes que encontrar y deshacerte de todas las fotos y negativos – pero la conclusión bastante obvia es que él sabrá que alguien ha estado revisando sus cosas si tú lo haces. También puedes llamar a recepción para pedir ayuda y elegir con cuál de tus compañeros quieres hablar, y desarrollar estas relaciones es otro aspecto del juego. Elegí a Beth, porque es inteligente y divertida, y no una abogada de reglas como Andrew.
En resumen, tiene toda la pinta de ser una pequeña cápsula de misterio negro, y me gusta que esté narrada desde el punto de vista de una camarera de hotel en lugar de un detective guay, zalamero y bebedor empedernido (no me recomendéis La camarera; la leí y no me gustó nada). Me apunto a abrir unas cuantas puertas más con mi llave maestra. This Bed We Made (oooh, dos significados, oooh) saldrá a finales de este año, pero echa un vistazo a la demo para unas vibraciones vagamente hitchcockianas.