¿Has jugado a.¿El camino más largo del mundo?
Según la autoridad definitivamente legítima de Dangerousroads(punto)Org (y puede que también el Libro Guinness de los Récords), la carretera más larga de la Tierra es la Carretera Panamericana, que mide 30.000 km de largo y atraviesa varios países desde el fondo de Sudamérica hasta la cima de Alaska. No puedo ni imaginarme cuánto tardarías en recorrerla entera, pero seguro que te llevaría más de las dos horas que pasarás en compañía del juego de relatos antológico The Longest Road On Earth, de Brainwash Gang. Pero, a pesar de todo, son dos horas encantadoras y llenas de nostalgia.
Narrado sin texto ni diálogos, este sidescroller narrativo sigue la vida de cinco animales antropormórficos diferentes en su día a día. De hecho, las únicas palabras que oirás a lo largo de The Longest Road On Earth son las letras de 20 lúgubres canciones que sirven de emotivo telón de fondo a estas breves y nítidas instantáneas. Es el tipo de dispositivo que le permite contar su propio tipo de historia, dándole espacio para imaginar lo que podría estar pasando por sus mentes, o cómo podrían sentirse mientras miran los teléfonos, ruedan despreocupadamente colina abajo en su bicicleta, o se sientan cabizbajos en un vagón de metro, comprobando nerviosamente que su caja de herramientas sigue donde la dejaron bajo sus pies.
Decir mucho más sería estropear la sorpresa de adónde te lleva este camino, pero diré esto. Hay una secuencia especialmente alegre hacia el final del juego en la que un niño reno juega con un par de figuras de acción. La acción se traslada directamente a los dioramas de cartón que han hecho, siguiendo la acción mientras su heroico guerrero acaba con un malo tras otro con un furioso clic del ratón. Es una secuencia bellamente construida, y parece seguir adelante mientras sus dos grandes manos deambulan por fortalezas y bosques apresuradamente pegados con cinta adhesiva una y otra vez, perdidos en su propia fantasía.
La cuarta secuencia principal, que alterna entre un pájaro en un barco, limpiando desorden en pasillos mal iluminados, y un oso realizando tareas administrativas en una oficina de embarque, también me tocó la fibra sensible. La relación entre estos animales nunca se explica del todo, pero de alguna manera sientes que son almas gemelas, y cuando finalmente se encuentran cara a cara, hay una intensa tristeza que se extiende por todo el juego, y sientes que son, literalmente, dos barcos que se cruzan en la noche.
Si te intriga, deberías probarlo. Cuesta 8 libras en Steam ahora mismo, pero también hay una demo gratuita para probarlo, si solo quieres sumergirte un poco.
