Los PNJ en Elden Ring no se ríen tanto como me gustaría

Algunas cosas son sinónimo de juegos Soulsborne. La accesibilidad, que Alice Bee considera un término muy relativo. Combates que se muerden las uñas, mundos intrincados, una historia que se cuenta con cuentagotas. Pero son los pequeños detalles los que redondean su identidad. El dong de sus menús (me encanta el ruido de un buen menú) y sus ascensores accionados por placas de presión.

También hay otra gran cosa en la que los juegos Soulsborne cumplen. Como cualquier jugador experimentado sabe, no es un juego de FromSoft sin risas. Aunque hay mucho humor en las caídas por precipicios y las invasiones tontas, estoy hablando en un sentido más literal. Los PNJ a menudo rematan sus frases con una risita. Pero hasta ahora, Elden Ring carece del desesperado «jajaja» de antaño. Y eso me entristece.

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