Soy un incondicional de Life Is Strange y tengo sentimientos encontrados sobre la Remastered Collection

No hay duda: Soy un gran friki de Life Is Strange. En serio, tengo algunos friki merch para demostrar mi amor por esta serie; hasta e incluyendo, sí, la baraja de cartas oficial de Life Is Strange. En otras palabras, soy exactamente el tipo de fan al que va dirigida Life Is Strange: Remastered Collection, por lo que os sorprenderá que os diga que no pienso hacerme con ella en un futuro próximo.

Voy a ser sincero, he desconfiado de las remasterizaciones del primer título de Life Is Strange y de su precuela Before The Storm desde que se publicaron las primeras imágenes. «¡Mirad cuánta emoción muestran ahora sus caras!», se decía, salpicando imágenes de Rachel frunciendo el ceño en el original frente a Rachel sonriendo en el remaster, Chloe frunciendo el ceño en el original frente a Chloe sonriendo en el remaster, Max sonriendo ligeramente en el original frente a Max sonriendo ampliamente en el remaster… quizá empecéis a ver mi problema.

Me siento mejor ahora que hemos visto más imágenes y vídeos de The Many Frowns of Chloe Price, pero en mi opinión, nunca me ha parecido un fallo del juego que no hubiera siempre una gran cantidad de emociones a la vista. Al fin y al cabo, se trata de juegos sobre adolescentes reprimidas. Chloe y Rachel no eran personajes mal interpretados en los originales porque fueran personas infelices con el ceño ligeramente fruncido, igual que Max no estaba mal interpretada porque fuera una introvertida con sutiles expresiones faciales. Las remasterizaciones dan la sensación de haber sido diseñadas bajo el supuesto de que las expresiones más grandes siempre equivalen a emociones más realistas, especialmente si puedes ver más dientes. No estoy tan convencido.

Sin embargo, sería un hipócrita si afirmara que eso es un motivo de ruptura para mí; después de todo, defenderé a capa y espada The Dark Pictures Anthology, que, con todos sus méritos, es a menudo una clase magistral sobre las dudosas aplicaciones del mocap facial.

Creo que si tengo un verdadero problema con estos remasters es que los originales nunca me han parecido de baja calidad. Hasta Life Is Strange: True Colors del año pasado, la serie se asociaba a un estilo artístico particular: suave, brumoso, casi acuarelado en algunos puntos, pero no carente de detalles. De hecho, diarios de desarrollo del lanzamiento del primer juego muestran a los diseñadores pintando cuidadosamente a mano los entornos. La idea de que, hasta ahora, Life Is Strange se limitaba a fracasar en su intento de ser más fotorrealista me resulta francamente desconcertante.

Disfruta de unas impresionantes imágenes entre bastidores del @LifeIsStrange Remastered Collection con @DeckNineGames ¡y prepárate para jugar muy pronto! https://t.co/OPK7Fo88fD pic.twitter.com/7ZfdSeAEnW

– Square Enix (@SquareEnix) 1 de febrero de 2022


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Esto no es un insulto a True Colors. Su tema central (y su lanzamiento en hardware moderno) justificaba su salto a animaciones faciales correctamente mapeadas y texturas más detalladas. Todo era impresionante y, lo que es igual de importante, estaba al servicio de la historia. Pero eso no significa que los juegos más antiguos de la serie deban tener también esas características o correrán el riesgo de volverse irrelevantes. Puede que esté bien una mejora gráfica, pero a mí me da la sensación de que se ha producido a costa de una degradación artística.

Pero vivimos en tiempos apocalípticos, y no me parece mal que los estudios apuesten sobre seguro por franquicias muy queridas mientras intentan capear el temporal. Estamos viendo un montón de remasters, remakes y ports, y no voy a fingir que el momento no tiene sentido en su contexto. Mi GOTY del año pasado fue técnicamente otra reedición.

Dicho esto, tampoco me entra en la cabeza por qué querría comprar Life Is Strange: Remastered Collection cuando ya tengo copias en perfecto estado de Life Is Strange y Before The Storm, ambos totalmente jugables en su estado original. Al fin y al cabo, Life Is Strange salió en 2015. Eso no es hace tanto tiempo en el gran esquema de las cosas. Entiendo que los recién llegados que aún no tengan ninguno de los dos juegos se sientan atraídos por ellos, sobre todo los que quieran jugarlos en consola, que quizá no sean tan fáciles de jugar como las versiones de PC hoy en día. Los dos juntos completan el arco argumental de Arcadia Bay, la única historia multijuego de la franquicia hasta la fecha; e incluso si no tienes ya las remasterizaciones a través de la True Colors Ultimate Edition, te saldrá un poco más barato hacerte con el nuevo paquete que comprar los dos juegos originales por separado si tienes en cuenta todo el contenido descargable incluido en la remasterización. Además, recibirás una camiseta exclusiva de la remasterización para Chloe. Un buen extra.

Aquí está Kate, del original de 2015…
…y su forma ‘remasterizada’ de 2021.

Como la mayoría de la gente, he llegado a algunas series a través de sus remasterizaciones y, obviamente, no soy menos fan por ello, y mi experiencia con esos juegos no fue menos significativa. Los remakes completos pueden correr el riesgo de despojar por completo a un juego de su encanto, pero lo peor que puede hacer un remaster es romper algunas interacciones mientras se ve muy ligeramente diferente al original, que es totalmente lo que espero que sea el caso de esta colección de Life Is Strange.

Por supuesto, más adelante, estas versiones se convertirán en las ediciones más accesibles de los dos primeros juegos de Life Is Strange, y no creo que sea una terrible eventualidad de la que debamos advertir a los nuevos jugadores. Ignorando cualquier comparación con los originales, estas remasterizaciones parecen… muy bien. Si hubiera desembolsado el dinero para la True Colors Ultimate Edition, te garantizo que a los diez minutos habría dejado de lado la mayoría de mis dudas sobre la conservación del estilo artístico original y la sutileza de las emociones ocultas, porque adoro de todo corazón estas historias y volvería a disfrutarlas. Pero por el momento, volver a jugar a los originales es tan fácil como arrancar el mismo sistema en el que se ejecuta la Remastered Collection, y en teoría me he ahorrado unas 35 libras por no volver a comprar algo que creo que ya tengo.

En otras noticias: una anciana le grita a la nube. Uh oh, en realidad hay un montón de nubes por ahí, ahora que miro. Espero que esos adolescentes molestos no estén jugando con el tejido del espacio-tiempo otra vez…

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