Una Steam Deck más potente no llegará antes de finales de 2025, sugiere Valve
Si estás esperando una Steam Deck capaz de ejecutar Starfield a un ritmo decente, vas a tener que esperar todavía un tiempo. Valve ha dicho que una Steam Deck más potente llegará a finales de 2025 como muy pronto, sin que se espere ninguna mejora de rendimiento importante mientras tanto.
Esto es lo que ha dicho Pierre-Loup Griffais, desarrollador de Steam Deck, a The Verge que el PC portátil probablemente permanecerá fijo en su especificación actual durante al menos un par de años más. El motivo es ayudar a los desarrolladores a trabajar para conseguir un nivel de rendimiento uniforme en la máquina, en lugar de realizar actualizaciones graduales que corren el riesgo de fragmentar lo que los desarrolladores están programando y confundir a los jugadores.
«Para nosotros es importante que Deck ofrezca un objetivo de rendimiento fijo a los desarrolladores y que el mensaje a los clientes sea sencillo: todos los Deck pueden jugar a los mismos juegos», explica Griffais.
Por ello, Griffais ha afirmado que Steam Deck sólo buscará renovar su hardware «cuando haya un aumento lo suficientemente significativo».
Valve no está dispuesta a sacrificar la longevidad en favor de la potencia bruta, algo que aparentemente no se puede conseguir de forma razonable por el momento, pero que el gigante del PC está estudiando constantemente.
«Tampoco queremos que un mayor rendimiento suponga un coste significativo para la eficiencia energética y la duración de la batería», confirma Griffais. «No preveo que un salto así sea posible en los próximos dos años, pero seguimos vigilando de cerca las innovaciones en arquitecturas y procesos de fabricación para ver por dónde van las cosas ahí.»
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La Unión Europea anunció a principios de este año que todos los dispositivos electrónicos portátiles -incluida la Steam Deck- que se vendan a partir de 2024 tendrán que permitir extraer y sustituir sus baterías a partir de 2027 como parte de un nuevo impulso a la sostenibilidad, que también podría influir en los planes de Valve para hacer malabarismos con la energía y el rendimiento.
En la actualidad, la batería de la Steam Deck dura entre un puñado de horas y menos de 90 minutos, dependiendo de lo que se esté jugando. Con juegos más recientes como Starfield, que ya están sobrepasando las capacidades de la máquina, es posible que esa duración se reduzca aún más cuando llegue Steam Deck 2.
Valve también podría optar por apresurar sus planes para competir con otros contendientes por el trono de los PC portátiles, con empresas de la talla de Lenovo y Asus intentando hacerse un hueco en este espacio, con resultados dispares.
