Análisis de Lies Of P: lo más cerca que estaremos de Bloodborne en PC, probablemente

A primera vista, Lies Of P parece un reskin de Bloodborne wannabe, que sustituye los bordes góticos de Yarnham por una versión retorcida de un cuento de hadas infantil. Hay siluetas en las ventanas protegiéndose de una infección que asola a la población y marionetas que se han vuelto locas. Si recibes daño, tienes la oportunidad de recuperarlo devolviendo el golpe al malo. Hay una parte en la que desciendes por un gran pozo, con finos tablones de madera que marcan tu descenso. Sobrevive y puede que quieras visitar a tu doncella con forma de muñeca y gastar tus almas.

Pero, ¿es Lies Of P otro aburrido simulador de Bloodborne? No. Creo que ha trabajado con su tema gótico de Pinocho notablemente bien, y la opción de encajar y configurar tu muñeco a tu gusto hace que su viaje se sienta distinto. Puede que a Lies Of P le falte algo de la presencia de su principal inspiración, y que no todas sus partes formen un todo cohesivo, pero el juego es una necesidad innegable para los amantes de los Souls que ansían la oscuridad. Es quizá lo más parecido que cualquier Soulslike ha sentido a un juego de FromSoft, en todo, desde su presentación hasta la cadencia del trote de tu personaje.

Uno pensaría que una versión de fantasía oscura del cuento infantil Pinocho sería un poco chirriante pero, increíblemente, no está tan mal. Al principio era un poco escéptico sobre el cambio de nombre de Pepito Grillo a Géminis porque es un más fresco nombre, ya que pensé que podría ser una señal de que los desarrolladores disfrazaron un cuento de hadas infantil para Halloween, y no para un juego que está obligado a tomarse bastante en serio a sí mismo. Pero no. Famosos titiriteros y otros temas se entretejen en una historia creíble que querrás desentrañar. En concreto, se trata de descubrir por qué las marionetas se han despertado un día y han masacrado a todo el mundo, traicionando su pacto. Y aunque es sombrío y se toma a sí mismo bastante en serio, el relativo optimismo de Gemini y el ridículo teatro de armas y enemigos y disfraces tontos aflojan las cosas lo suficiente como para no desviarse totalmente del hecho de que es un juego basado en un niño de madera con un insecto por compañero.

Irónicamente, la única parte del juego que no me convence es la de las «mentiras», que lamentablemente no acaban con una nariz que crece de forma cómica. En su lugar, una puerta mecánica puede preguntarte si eres humano o una marioneta. Una anciana podría preguntarte si aún puedes ver algún rastro de su yo más joven y bello. Y tanto si dices la verdad como si mientes, tus resortes reaccionarán, provocando un remolino rojo sobre P.y eso en cuanto a tu suerte. Por lo demás, tus decisiones determinan diferentes finales, lo cual es estupendo y todo eso, pero reduce los entresijos de una mentira a un punto en un tablero de recuento. Además, existe una tensión entre la naturaleza críptica de la narrativa del juego, contada a través de diálogos agudos y descripciones cargadas de objetos, y las consecuencias de tus mentiras. El problema es que dejas una decisión de verdad o mentira sabiendo perfectamente que las posibles ramificaciones nunca te buscarán. Puede que tus engranajes reaccionen y que el rojo se arremoline, pero al final, el mundo en el que te encuentras en ese preciso momento siempre enmudece.

Al igual que en otros Soulslike, el eje de tu aventura se encuentra en un espacio central, esta vez llamado Hotel Krat, donde subirás de nivel, hablarás con gente importante y avanzarás en la historia. Al principio es un espacio muy grande con habitaciones que irás llenando poco a poco a medida que te topes con bichos raros en tus viajes por Krat y más allá. Me gusta que todo esté dispuesto de forma intuitiva, hasta el punto de que está tan arraigado en tu memoria que es el primer lugar al que acudes cuando has conseguido algo. Dirás: «Puede que mi chico Gepetto quiera saber esto», y el juego incluso se encargará de que no tengas que adivinar quién quiere hablar contigo antes de que te dirijas allí. Un toque fantástico.

El Hotel Krat no es el único espacio que está inteligentemente diseñado, y yo diría que todas y cada una de las zonas de Lies Of P se entrelazan de alguna manera. Hay un montón de momentos en los que retrocedes sobre ti mismo sin saberlo, o miras a una vista y recuerdas las batallas que has librado en esas torres de allá. Para mí, lo más destacado son las entrañas de una fábrica de marionetas y más allá, en las que serpenteas a través de incómodas secciones de plataformas, pellizcas los tobillos de colosales trozos de metal y emerges de repente en un espeluznante camino de tierra hacia una comunidad forestal de dudosa reputación. En su mayor parte, los entornos son magníficos, aunque quizá se recurre demasiado a calles en ruinas y centros comerciales con pequeñas habitaciones y paneles de madera.

Sin embargo, cuando se trata de golpear marionetas en cualquier lugar, Lies Of P sobresale. En el fondo, es pesado y alberga animaciones de ataque que fluyen entre sí a las mil maravillas. Esquiva hacia atrás después de un golpe y podrás hacer piruetas fuera de peligro, lanzando chispas de metal desde las suelas de tus zapatillas metálicas. Si sigues con un ataque, te lanzarás hacia delante, como si estuvieras encajando el combo. Tanto para los incondicionales de Souls como para los recién llegados, es la clave: los combates nunca son injustos.

El juego también tiene uno de los parries más satisfactorios. Si bloqueas a la perfección, no sólo no recibirás daño, sino que además harás tambalearse a tu oponente y dañarás su arma. Los combates son bailes rítmicos, como suele ocurrir con los Soulslike, pero el parry de LoP puede elevarlos para que tus bloqueos amortigüen el ritmo. Una vez tuve problemas con un tipo armado con un estoque y disfrazado de conejo, que me acorralaba en un espacio reducido y me lanzaba rápidos golpes. Al final, lo derroté parando tanto que su estoque se rompió y se convirtió en un pequeño muñón que no hacía daño, así que por mucho que me golpeara, me limitaba a encogerme ante sus golpes y a golpearlo con mi gran espada.

Luego está todo el asunto de Legion Arms, que hace que P cambie su brazo izquierdo robótico por todo tipo de brazos mecánicos con todo tipo de propiedades mecánicas. Uno te permite lanzar fuego por los puños, otro electricidad. Mi favorito te permite rociar el suelo con una mugre azul corrosiva, mientras que estoy pensando en mejorar otro que hace estallar minas en el suelo. Yo diría que son geniales hasta que te das cuenta de que tienen poca potencia mucho, mucho más adelante en el juego, momento en el que por fin los has reforzado con recursos raros. Carecen de la silenciosa autoridad y el chasquido de las pistolas laterales o los trabucos de Bloodborne, que, por poco nivelados que estén, pueden significar el desastre para cualquier enemigo si se aprieta el gatillo en el momento adecuado.

Por último, el juego te permite desmontar casi todas las armas, dividiéndolas en cabezas y empuñaduras. Cualquier cabeza puede acoplarse a cualquier empuñadura, y ambas cosas tienen sus propias habilidades. La flexibilidad para crear tus propios puñales y bastones es fantástica, sobre todo porque te permite jugar libremente sin penalizaciones. Aunque no es esencial, yo diría que los combates más duros del juego te animarán a preparar algunas abominaciones para reducir tus pérdidas y maximizar tus puntos fuertes. Yo me he decantado por una daga de fuego pegada a una lanza y una maza eléctrica pegada a una empuñadura de gran mundo. Pero es una pena que no puedas destrozar las armas únicas de los jefes, que tienen algunos de los conjuntos de movimientos más impresionantes.

No se puede negar que Lies Of P es un excelente Soulslike con un montón de añadidos que lo separan de la competencia. De nuevo, creo que es lo más cerca que cualquier estudio ha estado nunca de la sensación de un juego de FromSoft, y se mezcla con un tema significativo que es más convincente que deprimente. Algunos de los combates contra jefes son espectaculares, como uno contra una marioneta de la realeza que me dejó boquiabierto sólo con su introducción. Pero a pesar de todos los añadidos del juego, sigue obstinadamente las poco claras convenciones de nivelación incremental del género (por favor, que alguien me explique qué significan realmente Motivity y Advance y para qué sirven). Y el hecho de no poder reunir fuerzas en otra parte cuando surgen obstáculos resulta especialmente restrictivo y, me atrevería a decir, anticuado.

Entonces, ¿Lies Of P Bloodborne es sólo Bloodborne con marionetas? Repito, ¡no! Lies Of P es una oda adecuada y un juego definitivamente imprescindible para los fans de la épica oscura de From, solo que no esperéis que iguale el cine sobrenatural de Bloodborne.

Este análisis se basa en una copia del juego proporcionada por el desarrollador Neowiz.