Fatal Frame: Mask of the Lunar Eclipse análisis: un flashback espantosamente frustrante
Fatal Frame: Mask Of The Lunar Eclipse sumerge a los jugadores en el espantoso pasado de la isla Rougetsu mientras tres (¿Jóvenes? ¿Chicas? No tengo ni idea de la edad que se supone que tienen y, por alguna razón, no me sorprende). supervivientes y un detective incondicional vuelven a visitar las ruinas de un hospital que una vez albergó una ceremonia inquietante. Todos tienen amnesia, por supuesto, porque esa es una forma poco esforzada de generar un aire de misterio. Bueno, excepto el detective, que está confundido porque nunca llegó a entender qué estaba pasando.
En general, es un juego de 2008 que no está nada mal, pero que se ha cubierto con unos gráficos nebulosos para justificar su venta a precio completo en 2023. Depende de ti si crees que merece la pena (yo me compré el remaster de Mass Effect, así que no soy quién para juzgarlo), pero aunque los gráficos se han retocado a conciencia, eso no cura la jugabilidad anticuada de Fatal Frame ni su ritmo de muertos vivientes.
Poco después de entrar en el Hospital Haibara, tus protagonistas se arman con la Cámara Oscura y la Linterna Espiritual, tecnología oculta utilizada para repeler los ataques de fantasmas furiosos. Ambas herramientas presentan un enfoque único y menos violento del combate -o exorcismo, supongo- y su uso es bastante intuitivo desde el primer momento. La eficacia de tus ataques depende del momento y de lo cerca que estés de los espíritus, así como de las mejoras y los distintos tipos de película que encuentres repartidos por el hospital. Consigue fotografiar a un fantasma mientras te ataca y obtendrás un "Fotograma Fatal" que inflige daño extra a la vez que te permite encadenar ataques.
Todo esto se aprende en los primeros diez minutos de juego y no hay ninguna mecánica o enfoque adicional para el combate. Estos encuentros tampoco se vuelven realmente más desafiantes a medida que avanzas en el juego, simplemente se alargan porque los fantasmas tienen más salud. Aquí es donde llega la frustración. Puede que Fatal Frame lleve la máscara de un juego moderno, pero es muy de 2008 en la forma en que hace perder el tiempo a los jugadores.
Escapar del espectro de la muerte es parte de lo que hace divertidos a los juegos de survival horror, y mis reflejos no son los mejores, así que por supuesto espero caer en combate de vez en cuando. Lo que no es divertido es hacerme repetir 20 o 30 minutos de banal recogida de objetos y batallas menores que apenas me llamaron la atención la primera vez (véase: todos los combates son exactamente iguales) porque sólo hay un puñado de puntos de guardado repartidos por cada extensa sección de la isla.
No estoy hablando de castigar la jugabilidad - trotar nerviosamente por el mismo terreno después de morir en Fatal Frame (porque en realidad no puedes correr) no hace que el juego sea más desafiante o satisfactorio de la forma en que lo haría en un juego como Elden Ring o Hades, sólo lo hace más largo.
Lo mismo ocurre con la navegación por la isla Rougetsu. Aunque tienes que completar un puñado de puzles deslizantes y otros minijuegos para desbloquear ciertos elementos de la historia, la mayor parte del misterio se reduce a seguir fantasmas sin sentido por la isla hasta llegar al siguiente punto de la trama. Algunas secciones del juego te mantienen cuidadosamente encerrado en las zonas relevantes cerrando las puertas (los fantasmas lo hicieron), pero otras secciones, y en particular las dirigidas por el detective Kirishima, te dan rienda suelta. Esto significa que si se te pasa por alto la aparición de un fantasma, no entiendes exactamente cómo encajan los distintos mapas o, horror de los horrores, un objeto con glitch no aparece la primera vez que inspeccionas una zona, podrías estar dando vueltas por la isla sin nada más que "Buscar información sobre X" para guiarte durante mucho tiempo.
Según la página de Steam del juego, uno de los grandes atractivos de esta reedición son sus nuevos y retocados trajes, la mayoría de los cuales se esconden tras un minijuego de modelado opcional y un DLC de 20 $. Son bonitos, pero también bastante masculinos, lo que me asusta si tenemos en cuenta que las protagonistas tienen 17 años (lo he buscado). Por defecto, llevan vestidos cortos con volantes y tacones que nadie en un millón de años se pondría voluntariamente para entrar en un hospital abandonado a menos que estuvieran allí para algún tipo de sesión de fotos de moda que, al parecer, es de lo que este juego se trata en realidad.
Más allá de eso, los cuatro protagonistas son básicamente recortes de cartón de seres humanos definidos por un único rasgo -Ruka toca el piano, Misaki tenía una muñeca especial de pequeña, Madoka también está ahí, y el detective Kirishima es, lo has adivinado, detective-, así que no hay mucho con lo que conectar mientras Fatal Frame te va contando su historia. Lo cual es una pena, porque cuando consigues desenterrar una viñeta del pasado de un personaje, suelen ser bastante atractivas, solo que se tarda una eternidad y media en llegar a ellas.
"En contra de la regla del cine de terror "No muestres al monstruo", este juego no deja de mostrarte fantasmas, así que el efecto se pasa muy rápido".
El punto fuerte de Fatal Frame, comparativamente hablando, es su atmósfera. Como alguien que renegó de Amnesia: The Dark Descent porque mi portátil (obviamente embrujado) se estropeó durante el primer salto de terror, me siento capacitado para decir que Fatal Frame no da miedo, pero sí es espeluznante.
En contra de la regla del cine de terror "No muestres al monstruo", este juego no deja de mostrarte fantasmas, así que el efecto desaparece muy rápido. En su lugar, son los flashbacks en blanco y negro del pasado de Ruka, Misaki y Madoka los que te atormentarán. Una mujer bailando febrilmente bajo la luna dentro de un círculo de niños enmascarados. Una niña a la que sacan de entre la multitud para adentrarla en una cueva. Un padre obsesionado con fabricar una máscara de otro mundo.
Estos momentos son tan bellos como inquietantes, pero a medida que me acerco al final de Fatal Frame, me cuesta creer que me lleven a donde quiero estar.pero, dependiendo de lo que busques, quizá eso esté bien.
Tan crítico como he sido, teniendo en cuenta su edad, Fatal Frame es realmente un juego correcto. Es el tipo de juego al que podría verme más joven en modo ventana mientras escucho un podcast, chateo en Discord y como una bolsa de caramelos ácidos en mi dormitorio. Hoy en día, sin embargo, solo tengo tiempo para juegos que aporten algo más, y Fatal Frame, como sus protagonistas, está anclado en el pasado.
