Garden In! me ha proporcionado el espacio de oficina lleno de plantas que no puedo tener en la vida real

Llevo, de verdad, como nueve meses intentando conseguir plantas para mi zona de oficina (escritorio en la esquina del salón). Si mi necesidad de plantas fuera un niño, ya habría nacido. Tenía una planta de maceta decente llamada James Plant en el Reino Unido, pero cuando me mudé legué James Plant a Graham - y, ahora que lo pienso, Graham no me ha dicho cómo está James Plant, así que probablemente debería comprobarlo.

Sé que las plantas digitales no sustituyen a las plantas reales en un sentido físico -es decir, no obtengo ningún beneficio oxigenante de ellas-, pero las plantitas de Garden In! me hacen feliz. Y me acabo de dar cuenta de que el nombre también es un juego de palabras.

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