Los probadores de control de calidad de Raven Software votan a favor de sindicarse por primera vez en EE.UU.
Los probadores de control de calidad que trabajan para Activision Blizzard en Raven Software han votado a favor de sindicarse dentro de la Trabajadores de la Comunicación de América el primer sindicato de este tipo en un estudio estadounidense. Tres miembros del grupo Game Workers Alliance (GWA) votaron en contra, mientras que 19 votaron a favor. La votación supone el reconocimiento legal del grupo en la empresa desarrolladora de Call Of Duty: Warzone, que se organizó por primera vez en enero en respuesta a los despidos de finales del año pasado.
El GWA intentó retransmitir en directo el recuento de votos en Twitch, pero problemas técnicos les obligaron a utilizar Twitter Spaces en su lugar. La senadora Tammy Baldwin, representante del estado natal de Raven Software, Wisconsin, tuiteó sus felicitaciones al grupo tras conocerse el resultado. Varios miembros del GWA celebraron su victoria sindical bebiendo cerveza y con sombreros en forma de queso en la cabeza, como se hace en Wisconsin.
Bloomberg informa que, recientemente, la dirección de Activision Blizzard y Raven Software había enviado vídeos al personal para disuadirles de votar a favor argumentando que los sindicatos no podían garantizar aumentos salariales y que los contratos sindicales amenazarían la flexibilidad laboral. La semana pasada, los fiscales de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de EE.UU. también descubrieron que Activision Blizzard había ilegalmente amenazado al personal en relación con una acción colectiva entre ellos. La empresa negó haber actuado incorrectamente.
Activision Blizzard se ha visto envuelta en polémicas y acciones legales en torno a acusaciones de acoso sexual, discriminación laboral y malas condiciones de trabajo. Los fondos de pensiones con sede en Nueva York están intentando acceder a los registros de la empresa para perseguir a su consejero delegado, Bobby Kotick, tras la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, por valor de 68.700 millones de dólares, que comenzó en enero y se aprobó el mes pasado. Para colmo de males, Activision Blizzard intentó poner en marcha este mes una "herramienta de espacio para la diversidad" y tuvo que echarla atrás, torpemente.
